domingo, 31 de mayo de 2015

La relación del tarotista con su mazo





Suele suceder (sobre todo en los principiantes) que apenas tienen su mazo nuevo de cartas en mano sienten una necesidad imperiosa de hacer algún tipo de ritual para energetizarlo o consagrarlo. Esta necesidad se debe en gran parte a la insistencia y casi exigencia sobre este punto en la abundante literatura que existe sobre Tarot. Sin embargo, hay que recalcar que esto no es un requisito fundamental ni mucho menos necesario.

Hay "algo” especial entre el tarotista y su mazo que se va estableciendo en términos de tiempo y uso. Esto no es diferente a lo que pasa con cualquier objeto preciado, que cuidamos y valoramos sobre todo por el uso que le hemos dado y el tiempo que nos ha acompañado, y que, aún sabiendo que puede ser fácilmente reemplazable, hemos establecido un apego hacia él. Algunos podrán ver en esto una relación fetichista, lo cual es posible, pero que sin dudas le da a ese objeto (en este caso las cartas) una calidad y una cualidad fuera de lo normal y lo ordinario. Incluso no es poco frecuente encontrar personas que les cuesta muchísimo, o directamente no pueden, leer con otro mazo que no sea el suyo (aunque se tratara de la misma edición). O que, cuando se ven obligadas a reemplazar su viejo mazo por uno nuevo, debe pasar un tiempo hasta que se habitúen a él. Quizás, por esta razón es que algunos tarotistas toman como opción realizar un ritual que genere un alto impacto psicoemocional (y por qué no, espiritual) en si mismo, y que logre establecer un "apego”  especial entre él y sus cartas.  

Este "algo especial”  entre el tarotista y sus cartas, muchos lo sienten en términos de una conexión particular, una comunicación especial entre el mazo y el tarotista que podría generar indagaciones y respuestas más profundas y asertivas. Por supuesto que esto deja de ser racional cuando recordamos que se tratan de pedazos de cartón desprovistos de vida. Pero... no tiene el mismo sentido esperar algún tipo de respuesta del orden de la realidad y lo causal de ese mismo conjunto de cartones?... Sea lo que fuera que movilice estos conjuntos simbólicos. finalmente, no podemos negar, por mucho que nos empeñemos en darle explicaciones racionales, que mucho de lo que rodea al Tarot no tiene explicación en el orden de lo conjetural, sino que, más bien, es a través de la misma práctica que podemos ir creando relaciones lógicas y funcionales que, incluso para otras personas, pueden carecer de sentido y utilidad práctica real.

Antes de consagrar, limpiar, bendecir o energizar (por utilizar algunos de los términos más frecuentes cuando se habla sobre este punto) un mazo de cartas, o cualquier otro objeto, primero debo saber identificar bien qué es lo que estoy queriendo hacer con él. Esto es, identificar los "por qué?” y "para qué?”  de estas acciones. Mucha gente ni siquiera se pregunta sobre esto, y piensa que al hacerlo simplemente refuerza entre él y su mazo ese "algo” especial del que hablaba.

"Consagrar”  significa literalmente volver algo sagrado; y generalmente la consagración implica a una fuerza exterior: se consagra a una fuerza (una virtud, una cualidad, un poder) o a un espíritu determinado. Si lo que quiero hacer es "energizarlo”, primero tengo que pensar qué energía quiero que tenga el mazo, o bien, como es que imagino que esta energía funciona y qué es lo que hará mi energización con esta "energía”.


 Lo mismo vale para las limpiezas: de qué quiero limpiar estas cartas? Por qué pienso que pueden estar "sucias”? Qué es lo que las vuelve sucias o "impuras" como para merecer una limpieza?... Como ven, cuando esto se hace de manera consciente (y no automática por los mandatos de los libros y los autores) van adquiriendo complejidad y es posible crear una propia lógica.

Mucha gente repite bastante infundadamente que "las cartas mueven energías”... Pasando por alto que es eso que ellos llaman "energía”  lo que en realidad "mueve”  a las cartas. Y que lo que hacen las cartas, en todo caso, es representarlas. Yo prefiero llamarlas fuerzas, porque energía tiene implicancias puramente físicas y biologicistas, y no siempre estas fuerzas responden a cuestiones de la materia. Además, energíaes un término muy abusado en el ámbito de la New Age para tratar de dar una connotación científica a sus absurdos.

En lo personal, nunca realice con las cartas nuevas rituales de los que describen en infinidad de libros y sitios web con sahumerios, gemas y sales... y sin embargo, me funcionaron siempre bien para lo que me propuse que me funcionaran. Quizás el "ritual” de conexión más potente, fue observar sus formas bajo la luz de la Luna llena o a la luz de un fuego en la noche, o dormir con ellas bajo mi almohada y esperar sus imágenes en sueños... Nada más que eso.

Considero que las cartas de Tarot son algo más que un conjunto de imágenes simbólicas impreso sobre cartones (no teniendo por qué tener una explicación ese algo más en el orden de lo lógico), y a la vez, que su simbolismo trasciende incluso ese conjunto de cartas que cuidamos tanto.


Fabián Paredes