lunes, 21 de marzo de 2016

Cómo formular las preguntas




Uno de los puntos clave de toda buena práctica con el tarot es la formulación de las preguntas. Siempre creí que ahí radica el problema más grande con respecto a la eficacia de la tirada.

Para empezar la consulta se mezclan las cartas, recordemos que una buena mezcla garantiza mayores posibilidades de acierto y hay muchísimas maneras de efectuarla. Algunos tarotistas preguntan nombre, fecha de nacimiento, signo... yo ya no lo hago porque no veo diferencia entre saber esos datos o no (probé los dos sistemas).

Depende el tipo de consulta, a veces recomiendo usar solo mayores. Lo aprendí así y me funcionó, por ejemplo si vamos a hablar de características de personas. Para otras preguntas creo que los menores amplian e iluminan muchísimo la cuestión (por ejemplo cuando hablamos de deudas, cuernos, estudios, objetos perdidos, proyectos laborales, alquileres, tiempos). Cito a mi maestra Liliana Cavallini para decir que "Los arcanos mayores son las causas, y los menores las consecuencias".

Ahora si, llega el momento. Hay quienes no saben con claridad sobre que asunto consultar -muchos en realidad no se animan a decir en voz alta lo que quieren saber y usan las primeras preguntas como calentamiento-. Esas personas suelen preguntar en general. "Hablame de amor", "Hablame de salud" "Decime en general". Premisa básica que me enseñó Mariana Aguilar "A preguntas generales, respuestas generales". Sé que no es cierto siempre, hay tarotistas que pueden ante una pregunta muy general, abordar las situaciones más específicas de la vida del consultante, pero desconozco el método o la codificación que utilizan y creo más bien que son esos que usan las cartas como un estímulo que dispare su intuición o su clarividencia, digamos el don que muchos presumen sin tener.

Hay muchos otros que preguntan de forma específica. Veamos esos casos.

Ante una pregunta del tipo de "¿Cómo voy a estar de salud?" lo primero que hay que comprender es que es una pregunta que se contesta por "bien", "regular" o "mal"; y que lo que salga será una respuesta predictiva, porque la pregunta es a futuro, no se preguntó por un consejo de salud, o por una descripción de mi situación pasada o por un diagnóstico específico (que son obviamente, preguntas totalmente válidas).

Otras preguntas son por ejemplo del estilo de "¿Fulano me quiere?", que se contesta de dos maneras: "si" o "no". No hay vuelta. Lo que terminamos haciendo cuando no escuchamos las preguntas es contestar dando rodeos interminables, "fulano es una persona muy caprichosa, en este momento está cansado". ¡¡No se preguntó por cómo es fulano como persona o como está, se preguntó si me quiere!!

Muchos usan el tarot para consultar dudas más complejas o lejanas de los asuntos cotidianos, por ejemplo "¿Hay vida después de la muerte?" puede salir el as de oro, por ejemplo. ¿Cómo lo codifico? Hay quienes te dirían que derecha es "si" e invertida es "no", en un segundo lugar, observarían la carta puntualmente. As de oro, podría ser que hay un nuevo comienzo tan concreto como el anterior, (¡que se yo! ¡estoy jugando! y me pregunto si alcanza una sola carta para tamaña cuestión).

Un error común es mezclar dos preguntas en una: "¿Cómo me va a ir en la oficina este mes, me conviene renunciar?" El tarot contesta más claro de a una pregunta por vez. Tampoco sirven mucho las preguntas como  "Si yo fuera a vivir a mar del Plata, podría conseguir un trabajo que me permita comprar un auto". 

Otro error muy típico de las tiradas que los tarotistas nos hacemos a nosotros mismos es el de esperar que salgan las cartas que nos gustan, quedarnos en blanco ante las que aparecen y volver a tirar (o pedir consulta gratis, XD) y no es porque las cartas no quieren hablar, ¡por dios! no nos hagamos los tontos, somos nosotros los que no queremos ponerle palabras a las imágenes que nos devolvió el mazo.

En la autoconsulta me parece que usar un modelo específico en relación a la pregunta es lo más adecuado y lo que nos va a ayudar a no hacer interpretaciones tendenciosas. Ni hablar de formular una pregunta concreta y clara, haciéndonos cargo de lo que queremos que el oráculo conteste.

Creo, finalmente que es vital ayudar al consultante a formular mejores preguntas, para que nosotros tengamos mejor rendimiento.

Siempre podremos agregar cartas a la tirada si algún punto queda oscuro (a veces pido una carta que me diga lo mismo que salió, pero más fácil) y desde luego una carta consejo si es necesario. Recordemos que en general las personas queremos respuestas fáciles y rápidas, y el tarot no se debería prestar a ese delivery ansioso del capricho humano.


Nicolás Rosas