sábado, 17 de marzo de 2012

Los alcances del tarot y la función del tarotista




La función primaria del tarot es ORIENTAR al consultante sobre las opciones que se le presentan en la tirada, tratando de encontrar la más adecuada para ayudar a resolver su problemática.

Aquí es necesario formular una advertencia esencial: es imprescindible tener presente los alcances y limitaciones del Tarot con el propósito de evitar que se lo desvirtúe con manejos deshonestos.

La función del tarotista es MOSTRAR al consultante los aspectos positivos y negativos de la situación, para que pueda prevenirse contra posibles inconvenientes, y aprovechar las ventajas que se le presenten, nunca DECIDIR qué debe hacer el consultante. Una vez presentados los pro y los contra de la situación, la decisión corre por cuenta de quien realiza la consulta.

Esto es importante que lo tenga en claro el consultante para poder evitar los manejos de personas inescrupulosas, que se colocan en asesores permanentes, y a los cuales se les debe consultar todos los pasos a seguir, creando una dependencia ilimitada del consultante con el “tarotista” quién así tendrá asegurado un cliente permanente, o un ingreso fijo por esa razón.

La otra utilización del tarot, la más válida (y quizás la razón de su creación, según se desprende de la utilización que se hacía de los primeros mazos) es la del camino del autoconocimiento, donde cada arcano se transforma en un peldaño, para ascender por una hipotética escalera.



Los distintos pisos, representados por cada arcano, son paradas de aprendizaje, en nuestro viaje terreno evolutivo, para tratar así de comprender nuestro paso por la vida y las distintas etapas de desarrollo por las que deberemos atravesar para llegar a la meta.



Liliana Cavallini
Extraído del blog “El tarot y sus misterios”

viernes, 16 de marzo de 2012

¿Cuál es la función del tarot?



Es lo que muchos se preguntan: ¿Puede ser que alguien mirando una carta pueda saber qué es lo que me pasa o me pasará? Hay muchos mitos alrededor de esta técnica, hay personas que consideran que quien “tira las cartas” posee un don, otorgado por alguien superior, que le permite lograr una conexión que los demás no pueden lograr.

Si alguien recurre al diccionario, para saber de qué se trata, encontrará definiciones al estilo de:

“Tarot, nombre que recibe la baraja de cartas que se emplea para decir la buenaventura. También el juego que se practica con estas cartas.” (Enciclopedia Encarta 2005).

Y aquí comienzan los problemas, porque a “decir la buenaventura” se la asocia con una práctica que tiene que ver con “predecir el futuro”, o “la buena suerte”, a través de distintos elementos: cartas, bola de cristal, manos, etc. y caeremos, indefectiblemente, en la generalización del nombre del grupo que las engloba: MANCIAS.

La palabra “mancia” significa "adivinación" y de acuerdo a la voz que la compone es el método utilizado para la predicción, por ejemplo: cristalomancia, mediante espejos mágicos o bola de cristal; cartomancia, a través de las cartas, etc. y cuya interpretación depende del operador y su código, muchas veces personal.

Ahora, ¿el tarot es entonces lo mismo que Cartomancia?

NO, en la Cartomancia la lectura depende de la interpretación que haga el operador y su percepción personal; en cambio, las cartas de tarot incluyen personajes, figuras y símbolos, de variada procedencia, que requieren un análisis especial, es decir, agregan técnica a la intuición.

Siguiendo con el razonamiento, resumamos los conceptos y establezcamos las diferencias:

El cartomante “lee” las cartas que tiene ante sí, haciendo su interpretación de acuerdo a lo que acude a su mente, lo que éstas provocan en ella, y echando mano a su intuición para comprender su mensaje. Estos conocimientos no tienen por qué coincidir con lo que significa para otros que practican la misma mancia.

El tarotista, aparte de “leer” las imágenes, agrega conocimientos teóricos y simbólicos. De esta manera, utiliza una codificación para su lectura que permite a otro tarotista corroborar los resultados obtenidos. Además, las imágenes le aportan mensajes que, mediante su interpretación, ayudan a orientar al consultante sobre las posibilidades que se le presentan y a él mismo, lo ayuda a desarrollar vías de crecimiento personal. En síntesis, resume técnica e intuición para aprovechar las enseñanzas simbólicas e incorporarlas en la lectura.

Ahora faltaría establecer qué servicio brinda y sus alcances.

Aplicado con seriedad e idoneidad, el Tarot nos otorga la visión necesaria que permita vislumbrar el desarrollo de una situación determinada y su posible desenlace, el que de ninguna manera se considera inevitable.


Liliana Cavallini
Extraído del blog “El tarot y sus misterios”